Llegó a mis costas la marea negra
con las primeras olas de la noche
no distinguí su corazón de grasa
tiznando el rompeolas de la playa
la mar estaba alta al despertar
llegaba hasta mi casa la marea
no pude controlarla resistí
cuanto se puede ante el destino mismo
perdí como se pierde ante el destino
llegó a mis costas la marea negra
me arrebató el color pero dejó
la suficiente tierra para verla
el agua exacta para agonizar
el aire justo para no asfixiarse
bastante vida para amar la muerte
No hay comentarios :
Publicar un comentario