Inclino con desaliento,
Entre brumas de tristeza,
La encanecida cabeza
Que rasa el remordimiento.
Y hostigado hasta el tormento,
De la mundana balumba,
Grito, con voz que retumba
Cual rayo que lumbre vierte:
¡Ábreme tus brazos, muerte!
¡Trágate mi cuerpo, tumba!
No hay comentarios :
Publicar un comentario