miércoles

Poema: II (Antonio Plaza)


¿No recuerdas, mujer, cuando de hinojos
yo juntaba mi frente con tu frente,
tomando un beso de tus labios rojos,
y la luna miré, como en la fuente,
reproducirse en tus divinos ojos?

¿No recuerdas, mujer, cuando extasiada
al penetrar de amor en el sagrario,
languideció tu angélica mirada? . . .
tú eras una flor, flor perfumada;
yo derramé la vida en tu nectario.

martes

Poema: UNA LÁGRIMA (Antonio Plaza)


Yo, mujer, te adoré con el delirio
con que adoran los ángeles a Dios;
eras, mujer, el pudoroso lirio
que en los jardines del Edén brotó.

Eras la estrella que radió en Oriente,
argentando mi cielo con su luz;
eras divina cual de Dios la frente;
eras la virgen de mis sueños, tú.

Eras la flor que en mi fatal camino
escondida entre abrojos encontré,
y el néctar de su cáliz purpurino,
delirante de amor, loco apuré.

Eras de mi alma la sublime esencia;
me fascinaste como al Inca el sol;
eras tú de mi amor santa creencia;
eras, en fin, mujer, mi salvación.

Bajo prisma brillante de colores
me hiciste el universo contemplar,
y a tu lado soñé de luz y flores
en Edén transparente de cristal.

En éxtasis de amor, loco de celos,
con tu imagen soñando me embriagué:
y linda cual reina de los cielos,
con los ojos del alma te miré.

lunes

Poema: VIII ( Antonio Plaza)


Te adora intuitivamente,
y vuela, si estoy dormido,
mi espíritu desprendido
tras tu forma transparente.
Ojalá nunca lamente
por tu presencia exaltada
llegue a verte evaporada;
porque quiero al fenecer
dar a tu nada mi ser,
o ser con tu nada, nada.

domingo

Poema: VII (Antonio Plaza)


Te veo unas veces estela;
otras, estatua marmórea;
otras, visión incorpórea;
otras cual luna a quien cela
denso vapor que la vela,
y otras como esos quemantes
rayos del sol, que anhelantes
al entrar por el balcón,
fingen faja de crespón
llena de átomos brillantes.

viernes

Poema: VI ( Antonio Plaza)


Sombra de la amada mía,
que brilla lánguidamente,
como brilla una palente
estrella, en la noche umbría.
¿Por qué en mi audaz fantasía
vives, memoria de ayer?
¡Oh!, ¡quién pudiera creer
que entre la bruma del sueño
amara con loco empeño
a un ser que no puede ser!

jueves

Poema: V (Antonio Plaza)


Te adoro, sombra imposible,
como el arcángel enteo,
y aunque nada, nada creo,
hoy me asombra lo increíble
sombra del alma adorada.
¿Por qué no eres ¡ay! tangible,
sombra de la infortunada
que mi labio en sueños nombra?
¿por qué no me vuelvo sombra
para fundirme en tu nada?

miércoles

Poema: Sombra IV (Antonio Plaza)


Mi extraviada fantasía
con distintas formas pueblas
eres luz en las tinieblas,
y sombra en la luz del día.
Inspiras a mi ardentía
amor que extraña el espanto;
¿Por qué desde el camposanto
me recuerdas, por mi mal,
una historia criminal
que santificó mi llanto?

martes

Poema: SOMBRA III. (Antonio Plaza)


Cuando las noches sus mares
de sombra, en la tierra vierte
y en mi lecho caigo inerte,
nutrido de mil pesares;
dejando tal vez tus lares
fantásticos, apareces,
y si el afán toma creces,
me levanto como loco,
por ver si tu sombra toco
y al punto te desvaneces.

lunes

Poemas: SOMBRA I (Antonio Plaza)


¿Quién eres, di, sombra errante,
que me sigues pertinaz,
y doquiera que la faz
vuelvo, te miro delante?
¿Eres la memoria estuante
de lejano devaneo,
o al engendrarte el deseo
con mi propio ser batallas?
¿Por qué sin saber do te hallas
en todas partes te veo?

domingo

Poema: ¡DÉJALA! (Antonio Plaza)


Toma niña, este búcaro de flores;
tiene azucenas de gentil blancura
lirios fragantes y claveles rojos,
tiene también camelias, amaranto
y rosas sin abrojos,
rosas de raso, cuyo seno ofrecen
urnas de almíbar con esencia pura,
que en sus broches de oro se estremecen.

Admítelas, amor de mis amores,
admítelas, mi encanto;
las cristalinas gotas de mi llanto,
tibio llanto que brota
del alma de una madre que en ti piensa,
y por eso hallarás en cada gota
emblema santo de ternura inmensa.

Una tarde de abril, así decía,
mi esposa sollozante, mi esposa infortunada,
a mi hija indiferente que dormía
en su lecho de tablas reclinada;
y como Herminia, ¡nada!;
nada en su egoísmo respondía
a esa voz que me estaba asesinando.
La madre entonces se alejó llorando,
y ella en la tumba continuó durmiendo.
"Déjala dije, -tu dolor comprendo. . ."

sábado

Poema: III (Antonio Plaza)


Un instante después, por el camino
triste a un jinete galopar se veía,
y un viejo de mostacho blanquecino
con la vista al jinete perseguía.
Cuando ni el polvo que el corcel alzara
pudo el viejo mirar, sintió que ardiente
gota de llanto resbaló en su cara,
y suspirando doblegó la frente.
"Y ¿qué será de ti? -exclamó el anciano
Tu incierto porvenir ¿porqué me altera?.
corre a luchar con ese mundo insano;
vete a sufrir la suerte que te espera.
La lucha con el mundo no te asombre,
hombre no es el que luchar no sabe;
porque nació para luchar el hombre
como nació para volar el ave.
Jamás el hombre del destino oscuro
el negro velo levantar espere;
envuelto entre la sombra está el futuro.
el hombre es lo que la suerte quiere."

viernes

poema: II (Antonio Plaza)


Conque, Andrés, ¿vas a partir?
¿Se torna el rapaz en hombre?
¡Bien!... Escucha y no te asombre,
Andrés, lo que vas a oír.
En el revuelto océano
en que fui náufrago un día,
quiero que lleves por guía
la débil voz del anciano.
No cual clérigo profundo
evangelizarte anhelo:
la virtud es flor del cielo
que se marchita en el mundo.
No de ilusiones que halagan
te hablaré, ni de moral;
quiero; Andrés, que no hagas mal
ni dejes que te lo hagan.
Franklin dijo en parte alguna,
hablando del mundo, que:
"Lo que salva no es la fe
sino el no tener ninguna."
No creas consejos ni apólogos,
busca siempre la verdad:
la fe, chico, es necedad
que llaman virtud los teólogos.
Yo no te aconsejo el vicio,
el que mal hace, mal halla;
quiero que vistas con malla
tu corazón tan novicio.
Y ya que tus tiernos años
están flacos de experiencia,
escucha, Andrés, con paciencia
la voz de los desengaños.
También locas ilusiones
mi juventud conmovieron,
y las que ilusiones fueron
son ya negras decepciones.
Por eso en estulta calma
niego todo con cinismo,
porque el torpe escepticismo
viento es que congela el alma.

jueves

Poemas: LA VOZ DEL INVÁLIDO I (Antonio Plaza)


Bajo la sombra de sauz añoso
frente a un albergue rústico y apartado,
se hallan, un joven de naciente gozo,
y un viejo descreído, mutilado.
Los surcos de la frente marchitada
las escépticas frases qué congelan,
la irónica sonrisa y la mirada
del viejo su pasado nos revelan.
El apuesto garzón, el casi niño,
con marcada humildad escucha atento
al anciano, que lleno de cariño
le dice así con paternal acento:

miércoles

Poema: Nada (Antonio Plaza)


Nadaba entre la nada. Sin empeño
A la vida, que es nada, de improviso
Vine a soñar que soy; porque Dios quiso
Entre la nada levantar un sueño.

Dios, que es el Todo y de la nada es dueño,
Me hace un mundo soñar, porque es preciso;
El siendo Dios, de nada un paraíso
Formó, nadando en eternal ensueño.

¿Qué importa que en la nada confundida
vuelva a nadar, al fin, esta soñada
vil existencia que la nada olvida,
nada fatal de la que fue sacada?…
¿Qué tiene esta ilusión que llaman vida?
-Nada en su origen. - ¿ Y en su extremo? - ¡Nada!

martes

Poema: XVI (Antonio Plaza)


Es tu amor nada más lo que ambiciono,
Con tu imagen soñando me desvelo;
De tu voz con el eco me emociono,
Y por darte la dicha que yo anhelo
Si fuera rey, te regalara un trono;
Si fuera Dios, te regalara un cielo.
Y si Dios de ese Dios tan grande fuera,
Me arrojara a tus plantas ¡vil ramera!

lunes

Poema: XVI (Antonio Plaza)


No me importa lo que eres, lo que has sido,
Porque en vez de razón para juzgarte,
Yo sólo tengo de ternura henchido
Gigante corazón para adorarte.
Seré tu redención, seré tu olvido,
Y de ese fango vil vendré a sacarte.
Que si los vicios en tu ser se imprimen
Mi pasión es más grande que tu crimen.

sábado

Poema: XV (Antonio Plaza)


Yo me siento con fuerza muy sobrada,
Y hasta un niño me vence sin empeño.
¿Soy águila que duerme encadenada,
o vil gusano que titán me sueño?
Yo no sé si soy mucho, o si soy nada;
Si soy átomo grande o dios pequeño;
Pero gusano o dios, débil o fuerte,
Sólo sé que soy tuyo hasta la muerte.

viernes

Poema: XIV (Antonio Plaza)



Quiero besar tu planta a cada instante,
Morir contigo de placer beodo;
Porque es tuya mi mente delirante,
Y tuyo es mi corazón de lodo.
Yo que soy en amores inconstante,
Hoy me siento por ti capaz de todo.
Por ti será mi corazón do imperas,
Virtuoso, criminal, lo que tú quieras.

martes

Poema: XIII (Antonio Plaza)


Quiero besar tu planta a cada instante,
Morir contigo de placer beodo;
Porque es tuya mi mente delirante,
Y tuyo es mi corazón de lodo.
Yo que soy en amores inconstante,
Hoy me siento por ti capaz de todo.
Por ti será mi corazón do imperas,
Virtuoso, criminal, lo que tú quieras.

lunes

Poemas: XII (Antonio Plaza)


Sé que tu amor no me dará placer,
Se que burlas mis grandes sacrificios.
Eres tú la más vil de las mujeres;
Conozco tu maldad, tus artificios.
Pero te amo, mujer, te amo como eres;
Amo tu perversión, amo tus vicios.
Y aunque maldigo el fuego en que me inflamo,
Mientras más vil te encuentro, más te amo.

domingo

Poema: X (Antonio Plaza)


Porque nací, mujer, para adorarte
Y la vida sin ti me es fastidiosa,
Que mi único placer es contemplarte,
Aunque tú halles mi pasión odiosa,
Yo, nunca, nunca, dejaré de amarte.
Ojalá que tuviera alguna cosa
Más que la vida y el honor más cara,
Y por ti sin violencia la inmolara.

sábado

Poema: IX (Antonio Plaza)


Un calvario maldito hallé en la vida
En el que mis creencias expiraron,
Y al abrirme los hombres una herida,
De odio profundo el alma me llenaron.
Por eso el alma de rencor henchida
Odia lo que ellos aman, lo que amaron,
Y a ti sola, mujer, a ti yo entrego
Todo ese amor que a los mortales niego.

jueves

Poema: IX (Antonio Plaza)


Yo mendigo, mujer, y tú ramera,
Descalzos por el mundo marcharemos.
Que el mundo nos desprecie cuando quiera,
En nuestro amor un mundo encontraremos.
Y si horrible miseria nos espera,
Ni de un rey por el otro la daremos;
Que cubiertos de andrajos asquerosos,
Dos corazones latirán dichosos.

miércoles

Poema: VIII ( Antonio Plaza)


¡Ámame tú también! Seré tu esclavo,
tu pobre perro que doquier te siga.
Seré feliz si con mi sangre lavo
Tu huella, aunque al seguirte me persiga
Ridículo y deshonra; al cabo, al cabo,
Nada me importa lo que el mundo diga.
Nada me importa tu manchada historia
Si a través de tus ojos veo la gloria.

martes

Poema: VIII (Antonio Plaza)

:

¡Ámame tú también! Seré tu esclavo,
tu pobre perro que doquier te siga.
Seré feliz si con mi sangre lavo
Tu huella, aunque al seguirte me persiga
Ridículo y deshonra; al cabo, al cabo,
Nada me importa lo que el mundo diga.
Nada me importa tu manchada historia
Si a través de tus ojos veo la gloria.

lunes

Poema: VII (Antonio Plaza)


¿Eres demonio que arrojó el infierno
para abrirme una herida mal cerrada?
¿Eres un ángel que mandó el Eterno
a velar mi existencia infortunada?
¿Este amor tan ardiente, tan interno,
me enaltece, mujer, o me degrada?
No lo sé… no lo sé… yo pierdo el juicio.
¿Eres el vicio tú? … ¡Adoro el vicio!
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...