Hastíos
otoñales. ..Ya nada me entusiasma
de cuanto me
causara infantiles asombros
y así voy
por la vida, cual pálido fantasma
que
atraviesa las calles de una ciudad de escombros.
Y mi alma,
que creía la Primavera eterna
al emprender
sus locas y dulces romerías,
hoy ve, como
un leproso aislado en su caverna,
podrirse
lentamente los frutos de sus días!
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